por Wiliam Ajanel
La opinión es uno de los ejercicios intelectuales más accesibles y dinámicos que están al alcance de cualquier humano con el mínimo de inteligencia y sentido común, y hoy en día resulta una práctica bastante común entre jovenes que gustan de argumentar respecto a los problemas de las sociedades actuales. Concretamente internet y las redes sociales han provisto una herramienta que facilita y engrandece el alcance de dichas opiniones y genera una especie de dinámica cultural en la red. Pero, ¿Qué sucede cuando esas opiniones se menosprecian debido a que no todos somos unas grandes personalidades del periodismo y la comunicación?
Antes de darle un giro un tanto quejumbroso y abrumador al post, es de señalar la importancia que tiene la opinión como herramienta cultural dentro de las sociedades, ya que por medio de ella podemos acceder a las impresiones más aproximadas a la realidad de una determinada población, sin caer en el seguimiento de líneas editoriales estrictas o afinidades políticas y económicas.
Precisamente la opinión, nos da un acercamiento a las cualidades de lo que se conoce como el ciudadano común [que de común no tiene nada] y que al contrario de un pensamiento estrictamente corporativo, ofrece una impresión bastante simple y honesta sobre los problemas que ocurren en su comunidad [crisis económica, política, cultura general, educación, etc.].
Obviamente la opinión no puede tomarse como punto de partida a la hora de analizar estructuras sociales a un nivel de análisis científico, para eso existen estudios, investigaciones y proyectos. Sin embargo por medio de la opinión se pueden generar escenarios concretos y aportes intelectuales para determinar una situación específica [como el simple hecho de averiguar el ambiente educativo de un lugar por ejemplo y las necesidades más comunes en ese área] con el apoyo de las personas interesadas, sin que estos sean precisamente grandes intelectuales de la comunicación, son necesidades básicas y sencillas que cualquiera puede determinar, por medio de la opinión.
Otro punto a favor de la opinión es la capacidad de identificación que tiene el público con un determinado individuo a la hora de comunicarse, es decir, resulta más sencillo para un ciudadano "común" identificarse con la opinión de otro ciudadano "común" que utiliza su misma terminología, sus mismas expresiones, hablando de sus mismos problemas dentro de una comunidad, que la de algún individuo con un nivel académico y lenguaje superior que en vez de comunicar lo que hace es limitar el conocimiento y la opinión sobre temas de interés popular, a un determinado grupo de personas con sus mismas características. Señalar que para esto no es necesario ni ser un gran periodista, ni ser un total iletrado, es una cuestión de sentido común y sabiduría.
Por último, la opinión viene siendo una herramienta de comunicación muy versátil, ya que al no estar apegada a un estricto mapa conceptual o una estructura demasiado académica, puede con tan sólo un par de líneas dejar en claro una idea, que se puede trasladar [según el público de interés] de la manera más sencilla y honesta posible, como dicen por ahí: Mantener simple el mensaje.
Como anécdota: Un amigo trasladó algunos contenidos de este humilde espacio [mi blog] a otra persona que estudia "ciencias de la comunicación" sólo por el puro deporte de compartir, a lo que esta persona expresó: Vaya, ahora cualquiera puede opinar [tono irónico, por supuesto].
Desde ese día me preocupa menos todavía el tipo de persona que va a leer o que lee las opiniones que aquí se expresan, porque como hice mención en el post, la opinión no debería limitarse a una élite académica o profesional, en el sentido de las comunicaciones sociales, sería caer en una especie de monopolio innecesario y ridículo.
Así que si por algún motivo alguien llega a leer estas líneas y concuerda con el individuo de la anécdota, solo tengo una pequeña frase que decir: Perdóname por no ser un "gran periodista"
Saludos.
Como anillo al dedo tu post. Y resulta que siempre cualquiera ha podido opinar. Me gusto mucho tu aporte. La verdad es que esto es parte del ejercicio democratico. La internet en parte es una revólución democrática. Te felicito por tu artículo. Te seguiré leyendo.
ResponderEliminarSaludos
Gerardo Luna
http://guatehablaypiensa.blogspot.com/