miércoles, 2 de junio de 2010


Después de la tormenta... viene el oportunismo

por Wiliam Ajanel

Guatemala ha sufrido el paso de una tormenta desvastadora, el paso de Agatha; como corresponde a la situación de un país particularmente pobre y con muchas deficiencias en distintas áreas, pero principalmente el de la seguridad y prevención. No entraremos en detalle sobre el tema de por qué la gente decide arriesgar la integridad de los suyos a falta de mejores oportunidades; tampoco del accionar menguado de las autoridades para preveer y que como siempre "hacen lo que pueden"; no vamos a hablar tampoco de esos héroes anónimos que merecen nuestro respeto por su labor desinteresada, en ayuda al prójimo y el necesitado.

Ante la adversidad y la desgracia de miles de familias que lo perdieron todo, lo último que se podría esperar de las autoridades del gobierno de turno, es la forma en que mezquina y flagrantemente se hace uso y abuso de la desgracia de miles de personas para "mejorar" e impulsar la imagen pública y política de aquellos que pretenden algún puesto en el gobierno o darse a conocer en "su" labor pública desde las instituciones estatales. Autoridades que recorren el país entero prometiendo el cielo y la tierra, a quienes en su desgracia, todo lo ven con esperanza e ilusión.

Autoridades que ante su incompetencia para preveer que los desastres naturales acaben con vidas inocentes, no tienen más remedio que ir por todo lo largo y ancho del país visitando refugios y saludando a cuanto desafortunado ser vivo que a su paso encuentren; rodeados de cámaras y periodistas, dando palabras de "aliento" a quienes todo lo han perdido.

Pero como bien dicen muchos, siempre hay que ver el lado positivo; en esta caso en particular, para los gobernantes y sus intereses oscuros de promover candidaturas y una agenda política que busca aprovechar la oportunidad y la desgracia para impulsar sus programas seudo sociales; eso si, pagados con los impuestos de cada uno de los guatemaltecos honrados. Pero lejos de hacer su trabajo de manera humilde y desinteresada; estos políticos aprovechan el trabajo de miles de personas honradas para posicionar sus planes de marketing corporativo y pulbicidad estatal.

Que si es momento de ser solidarios; por supuesto que lo sabemos ¿qué clase de monstruos creen que somos para quedarnos parados y ver como nuestros hermanos se hunden en la desgracia? ¿cuál es la necesidad entonces de manejar esa publicidad, quasi propaganda estatal para hacernos ver el maravilloso trabajo que hace el gobierno de "solidaridad"; olvidan que fueron electos para esos fines particulares y no para que les aplaudamos cada vez que intentan parecer unos super héroes.

Desde mi ignorancia me encantaría saber, por ejemplo ¿cuánto dinero cuesta movilizar burócratas y funcionarios por todo el país? ¿sería mejor invertir esos recursos en movilizar gente que realmente puede ayudar a los daminificados?.

Pero la pedrada no va sólamente para los funcionarios y los políticos oportunistas; también me encantaría apuntar hacia los medios y su siempre insufrible sensacionalismo; lamentablemente muchas personas no distinguen esa línea delgada entre la información y el amarillismo. Mientras algunos medios se esfuerzan por llevar la información, otros sencillamente hacen lo de siempre, aprovechar el amarillismo y el morbo para generar rating y ser populares. Mi desprecio para tales prácticas también.

Por último y no menos importante; las aves carroñeras, que pasadas las desgracias buscan acuerdos y negocios de dudosa honorabilidad con el estado, contatistas que lejos de ver esto como una desgracia, ahora mismo están frotando sus manos y moviendo sus influencias para ver cómo conseguir más agua para su molino.

Siento ser muy mal pensado y paranoíco si quieren; pero lamentablemente, esta no será la primera ni la última vez en que: "después de la tormenta... viene el oportunismo"


Un saludo