jueves, 16 de abril de 2009


¿Para qué argumentar? Cuando podemos descalificar...

por Wiliam Ajanel

El ejercicio intelectual de la argumentación ha venido a ser reemplazado por argucias y falacias seudo intelectuales, sacadas aún de la mente más despistada para poner en el fuego de las discusiones y el campo de la opinión [política, económica, religiosa, etc] un elemento que brinda satisfacción y confianza, sobre todo a aquellos que a falta de un razonamiento lógico amparado en el más mínimo concepto de la objetividad y la verdad, prefieren utilizar la descalificación personal, como arma infalible dentro de las comunicaciones interpersonales. Esto se conoce como una falacia ad hominem.

Encontramos esta definición sencilla que provee la Wikipedia:

La falacia ad hominem consiste en intentar descalificar personalmente a un adversario, en lugar de refutar sus afirmaciones.

De este modo, se puede ilustrar a la falacia ad hominem como un recurso comunicativo bastante deficiente en su base intelectual, ya que se limita a reconocer aspectos que puedan poner en tela de duda la integridad del adversario y sobre esta base descalificar sus argumentos sin necesidad de rebatirlos. Una práctica muy común en la actualidad, que sin limitar su uso a los políticos o religiosos de momento se hace presente en la cotidianidad entre individuos "comunes y corrientes".

El aspecto más importante de esta falacia, quizá sea el impacto que genera entre la sociedad, que en ocasiones apela a la demagogia para dar credibilidad o no a determinados personajes según sea su actuación y la información que divulguen los medios respecto a dichos personajes. De modo más sencillo se podría argumentar de la siguiente forma:

Ese policía te tránsito se atrevió a ponerme una multa por exceso de velocidad, es una injusticia. Lo que el no sabe es que el otro día yo le vi cometiendo una falta, no tiene "autoridad moral".

Observamos entonces como bajo la premisa de la descalificación o la poca "solvencia moral" se pretende dejar sin efecto una ley aplicable para todos [la ley de tránsito por ejemplo] sobre la base de la integridad moral del individuo y no tanto de la valoración justa de los principios establecidos.

En la práctica resulta más complicado entender cuando alguien hace uso de este tipo de falacias, ya que por lo general, el individuo está más dispuesto [o pre-dispuesto] a enfrentar la realidad a la sombra de sus emociones y no de la objetividad, es mucho más sencillo prestar atención a una serie de insultos injustificados, que a un debate organizado, consciente e intelectual [de ahí que gusten muchos de esos programas de "debates" televisivos].

Por otro lado, una falacia ad hominem contará con el apoyo de otro tipo de argucias para poder fortalecer su "consistencia" en un debate, por ejemplo cuando surge la combinación de una falacia ad hominem y un argumento ad verecundiam, donde este último apela al prestigio de cierta personalidad para dar credibilidad a sus palabas sin poner objeción alguna o cuestioamiento. De esta cuenta escuchamos expresiones como: Pero usted no es nadie en esta comunidad, no tiene reconocimiento, por lo tanto sus argumentos son inválidos, al contrario mío que gozo de una reputación y reconocimiento.

Al momento de presentarse este tipo de falacias y argucias, es necesario recalcar más sobre la importancia que tienen los argumentos reales y los hechos que cualquier punto de distracción para mejorar el entorno de debate y fomentar la objetividad en los distintos puntos de discusión.

Por último, hace un par de semanas me vi envuelto en una discusión bastante trivial sobre literatura, algunos aspectos que yo creía deficientes sobre ciertos autores que me resultan en lo personal muy aduladores y que gustan de jugar con las emociones de las personas [demagogia] mientras que mi adversario [en la discusión, claro está porque es mi amigo] defendió por un momento su postura, cuando la conversación tomó un tono más fuerte, resolvió diciendo: Pero si vos ni sos escritor...

A veces es mejor reconocer la poca consistencia de nuestros argumentos en vez de enfocarnos en las deficiencias personales de los demás, no hay que mezclar el tocino con las aeronaves.

Un saludo

Definición Wikipedia
Imagen vía

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5 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo. Es horrible darse cuenta de que están utilizando esos argumentos contra tí. Me ha gustado mucho el post.
    Un saludo.

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  2. jajaja bueno... si es tu amigo que poco te conoce diciendo que no eres escritor hehehehe en fin a veces los dedos de frente quedan de mas...

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  3. Jústamente hace poco utilizaron este tipo de "argumentos" contra mí...
    Contraté a una empresa para hacer un servicio para empresa para la que yo trabajo.
    Cuando hice uso por primera vez de la otra empresa comprobé que su forma de trabajo no se ajustaba a lo que su comercial había tratado conmigo... así que le dije que quería anular el contrato.
    La comercial vino a mi oficina a hablar conmigo y, entre otros argumentos para intentar convencerme de que no anulase el contrato con ellos, me decía que "son la mejor empresa de la zona", que "tienen muchos clientes y muy grandes", que tienen "muchos años de experiencia" y que yo soy "el primero que se quejaba".
    Yo le decía que el servicio no se ajustaba de ningún modo al que ella se había comprometido con nosotros, que me daba igual la fama que tuvieran, que anulaba el contrato.
    Ella viendo que se le acababan los argumentos me dijo: "Me parece que tú eres de los que sacan las cosas de quicio sin motivo alguno"
    Así que le dije: "Como me gusta dar la razón a la gente voy a sacar las cosas de quicio..."
    Me levanté, di un empujón a la silla, me puse delante de ella y le grité apuntando la puerta con el dedo: "Fuera de aquí... ¡ya!. Ahora ya puedes decir con razón que actuo como un loco"
    Teniais que haber visto el careto de alucinada de la tipa recogiendo los papeles para irse...
    Y es que ese tipo de descalificaciones no me valen.
    Tu servicio es malo y punto... sea yo loco, esquizofrénico o creyente de la religión Jedi...
    Ahora gracias a tu blog he descubierto que esto tiene un nombre.
    Gracias a tí cuando me vuelvan a hacer lo mismo podré gritar: "Falacia ad homineeeeeeemmmm... cagüen tus muelas..."

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  4. Interesante y con gran razón.

    He participado en diversos programas de "debate" como dices y guardas toda la razón. No existen espacios de debate televisados en la TV de la democracia. Gran contradicción.

    Algo he comentado ya en mi blog:
    http://drl1982.blogspot.com/search?q=programaci%C3%B3n+neuroling%C3%BC%C3%ADstica

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  5. Con respecto a la argumentación "ad verecundiam", me ha venido a la memoria el caso de un "ex-jefe".
    Le envie un post de blog para que lo leyera por que me parecía muy interante (no recuerdo la temática) y su respuesta fue: "bahh..este tío no tiene tiene pagerank, es un don nadie asi que no te fies de lo que diga". ¿?¿?¿
    Decidir que los argumentos son falsos por que !una máquina le ha dado una baja puntuación de posicionamento!.
    No hace falta decir que este jefe era un gilipollas :)

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