por Wiliam Ajanel
La demagogia, esa arma infalible que supera en ocasiones la mejor campaña de mercadotecnia e imagen, aún me sorprende la cantidad considerable de personas que la utilizan, pero me sorprende aún más ver la cantidad de personas que se la creen.
Regresando de un día de trabajo y después de una charla profunda con mi querida novia, decidí ver la televisión esperando encontrar entretenimiento, precisamente me tocó ver un episodio de Los Simpson, en donde el Sr. Burns busca desesperadamente a su osito Bobo, y finalmente lo encuentra en casa de Homer. Me hizo mucha gracia el momento en el que forcejea con la pequeña Maggie para recuperar su oso, luego hay un momento tierno y es justo en ese momento en el que un fotógrafo capta la escena, a lo que el Sr. Burns exclama ¡Malditos amarillistas!
Finalmente terminé expresando una frase que encima de graciosa resulta temible por estos tiempos: La vida cada vez se parece más a Los Simpson (¿O es al revés?) Justo cuando finalicé de ver el episodio decidí poner el telediario local y ¡Oh sorpresa! en el intermedio del noticiero me encontré con la propaganda más detestable y baja que había visto desde hace mucho: Un spot de aproximadamente 15 minutos (si, me lo fumé todo para ver hasta donde llegaba) del típico diputado que sin decirlo abiertamente comienza a hacer proselitismo de su partido y campaña por adelantado.
Abrazando mujeres, personas de bajos recursos, jugando con indígenas de distintas localidades, y repartiendo frazadas a un par de ebrios que se encuentran en un parque. Mientras una persona relataba lo bueno que era el diputado "X" (no diré su nombre, no quiero darle más difusión) porque el si se acercaba a las comunidades.
Por un momento me sentí frustrado, de ver como con la demagogia, se sigue jugando con las emociones de las personas más necesitadas y pobres de nuestras sociedades; también me sentí ofendido de ver como se los sigue tratando como a ignorantes e inferiores, con la clásica palmadita en la espalda y una sonrisa "Colgate" mientras las miles de cámaras rodean al diputado "x" en su fabulosa labor.
Me surgen dos inquietudes al respecto:
¿Por qué los medios tradicionales siguen apoyando este tipo de propaganda barata y demagoga?
¿Hasta que punto es permitido que en un país "libre" se tenga que recurrir a tan baja estrategia para ganar el favor de los individuos?
Sigo creyendo con todas mis fuerzas que la oportunidad de acabar con todas esas mañas del pasado sigue vigente y que tenemos una gran responsabilidad con los más pequeños y jóvenes, porque merecen un mundo en donde se les enseñe a pensar, meditar, dialogar y proponer. Y es aquí, en estos pequeños (más no insignificantes) espacios de opinión donde podemos colaborar con la construcción de un criterio más profundo.
La demagogia no se reduce a un grupo de personas pobres; tampoco es que las personas con más estudios puedan escapar de ella. Me parece a mi más un asunto de ética y honestidad. Hay que terminar con estas prácticas que a pesar de que aún consiguen resultados, apartan al individuo y lo reducen a un nivel de borreguismo intelectual (con las debidas disculpas).
Simplemente, me entristece ver como pretenden burlarse nuevamente de mis semejantes...
Firma: Un ciudadano "común y corriente"
Tienes toda la razon. Sigue y seguira funcionando lo mas basico. Tratar de engañarnos los unos a los otros. Sean politicos, magistrados, comerciantes o curas. El negocio es el negocio...
ResponderEliminarTú, como casi todo el mundo, debeis empezar a daros cuenta de como funciona el mundo. Como dice #1, todo es negocio, todo es dinero, y hasta que la gente no se dé cuenta de que esa es la base del mundo en el que vivimos, no se darán cuenta de que están viviendo un sueño, un engaño, de que están dormidos. Y seguiremos dormidos hasta que no despertemos todos de golpe.
ResponderEliminarPues entonces todavía resulta más triste. Hablas (me refiero al usuario 'pormeterse') del despertar del mundo como si ello supusiese la aceptación de que la base del funcionamiento global sea el dinero, como si ello estuviese bien.
ResponderEliminarSí, debemos empezar POR darnos cuenta de como funciona el mundo y su relación con el dinero, y debemos acabar cambiando eso, que me resulta más que patético. Pero intentando no caer en utopias, me parece muy buena idea empezar por asuntos como la demagogia.
@Aquellos perros: Mira eso que dices es muy interesante, como basicamente estamos hablando de valores se aplica a varios sectores de las sociedades. Nos centramos mas en la politica por ser el area donde mas observamos como se siguen cometiendo estas burlas. Un saludo y gracias por pasar...
ResponderEliminar@pormeterse: Muy curioso tu nick xD Mira, no se si lo dices con cierto despecho o ironia, pero si hay alguien que esta al pendiente de como funciona el mundo, pues es un servidor, por las cosas que miro y la necedad de querer conseguir resultados haciendo las mismas cosas siempre. Ataco la demagogia, y se que alguna vez la he practicado, pero me gustaria ver a mas personas evitando tales practicas hasta el punto de convertirnos en referente de honestidad, no es utopia, es una cuestion de valores. Un saludo
@Rosa:De acuerdo contigo, una cosa no justifica otra, el problema es que quiza nosotros sepamos la diferencia, pero alla afuera hay miles de nuestros semejantes que solo tienen la tv para educarse, es triste, pero es la dura realidad... Te animo a que conviertas las utopias en realidades, recuerda que los suenos comienzan por una pequena accion. Saludos.
Perdon por las tildes y demas errores, ando en una mac que simplemente no le encuentro modo.
"...las personas más necesitadas y pobres de nuestras sociedades; también me sentí ofendido de ver como se los sigue tratando como a ignorantes e inferiores...". No seamos HIPCRITAS, eso es demagogia. Vamos por el mundo predicando que TODOS SOMOS IGUALES, patatín, patatán... pero cuando nos toca el bolsillo o amenaza nuestro empleo, entonces si apelamos a los demagogos para que nos rescaten, para que pongan a los "inferiores" en su lugar y podamos seguir viviendo esa vida acomodada que llevamos. Ahí va un ejemplito: Que si los inmigrantes tb tienen los mismos derechos, que huyen de calamidades... pero cuando nos despiden a nosotros y contratan a un inmigrante que cobra un poco menos, entonces pasan a ser "gentuza que delinquen"... La demagogía nos ayuda a vivir con esa venda que nos oculta que el mundo no es de color de rosa, y que en esta sociedad en la que vivimos tan bien, lo hacemos porque en otras partes del mundo están explotados.
ResponderEliminarSalu2