lunes, 29 de junio de 2009


Cuestionar la información, el deber del ser pensante

por Wiliam Ajanel

Si fuera niño me encantaría volver a esas aulas y que lo primero que me enseñaran a escribir fueran las siguientes preguntas: ¿Quién? ¿Por qué? y ¿Para qué? Y es que no hace falta abrumar a los niños con pesadas cátedras de filosofía, cuando se puede comenzar por algo tan sencillo como el arte sano de cuestionarse. Inevitablemente, una persona que aprende a cuestionar su entorno, pronto aprenderá a interpretar la realidad tal y como es, sin engaños, sin estafas, sin ignorancia y desinformación. Pero lejos llegamos sin darnos cuenta de que culpa de la ingenuidad y la falta de escepticismo, incontables personajes de la historia se han burlado de pueblos y generaciones enteras.

Y es que el poder de los medios sobrepasa la misma integridad de los humanos como personas inteligentes y capaces de razonar, y con la mala combinación de una educación mediocre, hacen que cada día sean más las personas que dejan el destino de la información en manos de intereses mezquinos y personalidades de baja moral. No es extraño encontrarse con noticias y artículos "seudo científicos" que alarman a la gente sobre su situación médica, emocional y física. Salen al mercado medicinas "milagrosas" que pueden curar el mismo cáncer que por años los médicos han atacado, pero no han podido eliminar.

Es tan normal encontrarse con cada desvarío de algún mercenario malintencionado, que utiliza a los medios a su antojo para respaldar sus intereses económicos o políticos, diciendo toda mentira y engaño posible, porque desde un micrófono y detrás de una cámara "Todo es Posible". Sin embargo me temo que tales personajes no sean culpables del engaño y la mentira que se mueve a través de los medios. Una vez más, como sociedad fallamos al permitirnos el lujo de ir con los ojos vendados, corriendo detrás de ilusiones y rostros bonitos que nos ofrecen la felicidad y el bienestar, a tan sólo 10 pesos la libra más costos de envío.


Siendo más duros y afinando un poco más la vista nos encontramos con las noticias, la información y la prensa. Noble labor la de miles de personas que se esfuerzan y trabajan por ofrecer al mundo la realidad de las cosas con el riesgo que tal trabajo supone. ¿Pero qué sucede cuando la voluntad del periodista/reportero/camarógrafo/etc. se ve influenciada por la mala ética de los dueños de los medios? Sencillamente nos comemos verdades a medias, e incluso mentiras disfrazadas, que no aprendimos a cuestionar, por pereza o falta de información.

El deber de todo ser pensante e inteligente debe ser siempre cuestionarse, sobre el mundo, la sociedad, la información, el mercado, y todo aquello que pueda interferir en la vida del ser humano y los individuos, y de este modo evitar ser presa de las estrategias formuladas por mentes siniestras que buscan llevar adelante sus planes ilícitos y sus ideas torcidas, después de todo, por cada persona que produce una buena idea, hay miles más que tienen otras no muy buenas, pero que con una buena inversión de capital y divulgación en los medios puede llegar a ser tan próspera como venenosa.


Cuestionar amigos, esa es la clave para llegar a ser parte del reducido grupo de gente que no acepta el mundo como se lo venden, estoy seguro que pocos nos atreveríamos a dar de comer a nuestros hijos algo que nos vendieron mientras estábamos dormidos, exactamente lo mismo pasa con la información que obtenemos a través de los medios.

Por último, recuerdo que de niño tuve la oportunidad de toparme con anuncios de televisión que promocionaban una famosa pulsera [olvidé el nombre por suerte] que tenía ciertas piedras con propiedades curativas y no se que más. Recuerdo que estuve mucho tiempo queriendo juntar dinero para regalarle una a mi madre [ingenuidad infantil] hasta que por medio de la sutileza de un amigo me enteré de que no era más que un truco para que la gente comprara y se sintiera mejor, pero que en realidad era algo tonto pensar que una pulsera tuviera propiedades curativas [es obvio que no fueron las palabras que utilizó mi amiguito] y finalmente decidí regalarle unos vasos a mi madre, que no curaban pero si la hicieron sentir mucho mejor...

Las penas que me hubiera dado la famosa pulsera, pero se que hay miles de personas que siguen consumiendo tales productos, y quizá en el fondo no sea culpa de ellos, sencillamente, no los educaron...


Un saludo

Imagen vía

7 comentarios:

  1. Me has recordado la canción de tool :-P ...

    "To think for yourself you must question authority and
    learn how to put yourself in a state of vulnerable, open-mindedness;
    chaotic, confused, vulnerability, to inform yourself."

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  2. La desinformación sólo favorece a los que venden.
    Tanto como los padres, los niños tampoco parecen tener esa perspicia para querer investigar si una cosa es cierta y por qué.

    Los medios también hacen otro tanto, porque no sólo verdades a medias o mentiras encubiertas, sino también (que quizás sea peor) no informan de todo lo que pasa porque piensa que al público no le interesaría o por ideologías o váyase a saber.

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  3. @El Guille: Gran banda... pedazo de canción... ;-)

    Sencillamente los medios [que en su mayoría iniciaron con buenas intenciones] nos abarrotaron de miedo, de confusión, de ignorancia. Creo que lo mínimo que podemos hacer por los demás es hacerles reflexionar sobre la idea de cuestionarse el mundo

    Un saludo

    @Vagabundo: El engaño ha pasado a ser una especie de disciplina, de la cual todos en algún momento hemos sido complices, por callar, por pasar de ellos, o sencillamente por creer que lo sabemos todo, pero bueno, es un camino largo hacia la razón y el pensamiento escéptico.

    Gracias por tu comentario, un saludo

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  4. Desafortunadamente los medios dejaron atrás sus ideales y se complacieron con el encanto del poder que como se sabe hace miserables y dañinos a quien seduce.

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  5. Post bastante descafeinado y políticamente correcto pero bueno, sirve para ir concienciando a la gente.

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  6. Excelente reflexión.

    Lamentablemente siquiera en periodismo creo que se ahonda suficiente en estas cuestiones...

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  7. Coincido en un 90%. El 10% restante tiene que ver con dos cosas:

    - la pulsera podría no tener propiedades curativas, pero sí generar en tu madre un efecto placebo que mejorase su estado anímico y, consecuentemente, aumentase sus defensas naturales;

    - y si bien me considero escéptico, me parece soberbio creer que no puedan existir cosas que escapen a nuestro entendimiento.

    En síntesis, hay que aprender a filtrar. Si bien no hay que comprar espejitos de colores, creo que es importante mantener siempre la mente abierta, no olvidemos que la mayoría de los grandes descubrimientos fueron considerados inverosímiles en su época.

    Saludos a todos.

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