sábado, 4 de julio de 2009


Precaución: Mantenga fuera del alcance de los niños

por Wiliam Ajanel

Conociendo la enorme capacidad de influencia y de la dificultad que representa aún para un ser adulto diferenciar y contrastar la información que recibe a través de la televisión, resulta casi que un compromiso moral mantener a los niños alejados de tan peligrosa herramienta de confusión. Y es que para muchos padres se ha vuelto una especie de odisea controlar el contenido que circula por las redes del cable y la televisión, ningún horario escapa al amarillismo, el morbo y la sobrecarga de violencia e ignorancia que el un día rey de los medios, pone a disposición a diario.


Y es que ni siquiera la doble moral de quienes se dicen defensores de los derechos de los consumidores han logrado contrarestar el nivel de desinformación y violencia a la que se exponen miles de niños alrededor del mundo. Sencillamente resulta complicado tener que explicar a un pequeño por qué es necesario que algunas cadenas de noticias pongan fotos y videos explícitos al horario de mayor gusto para ganar rating, ellos no lo entienden, ellos solo ven cadáveres y cuerpos putrefactos tirados en las calles.

Es complicado tener que explicarle a un niño que la mayoría de la publicidad que está en los intermedios es una estrategia de engaño y que es muy improbable que enviando un mensajito de texto se vuelvan millonarios.

Resulta penoso tener que enfrentar la realidad de escenas eróticas y morbosas que se han colado en el horario familiar, videos musicales, o publicidad pasada de tono, pero que eso si: No exhibe ninguna desnudez explícita, aún cuando esta pueda estar desprovista de todo ánimo de perversión o vulgaridad.

Resulta completamente innecesario exponer a un infante al constante ataque publicitario, político o demagógico, ellos que sobrados de ingenuidad, y sobre todo de poca habilidad de malicia, guardan en sus mentes la increíble cantidad de información de dudosa objetividad y moral.

Alejarlos de la televisión no nos hará el trabajo más fácil a los adultos, sencillamente evitaremos que circulen la incómoda senda del amarillismo que nos ha tocado vivir a muchos, en el tiempo en que la revolución de los medios disparó todo tipo de basura que en pequeña o gran escala, afectó nuestra percepción del mundo.

La responsabilidad más grande está en nosotros, en qué queremos dejarles a las futuras generaciones y si aún cabe la posibilidad de intentar cambiar el rumbo y la temática de los contenidos en la televisión. Recordemos que los niños no son tontos... solo son unos enanos que un día nos reclamarán el tipo de mundo que hemos construido...


Un saludo.

Imagen Vía

1 comentario:

  1. El contenido de la televisión con los años a cambiado mucho en todos los aspectos, tampoco digamos que en nuestros tiempos era sano porque no es verdad, pero de que ahora es peor si, ningún padre puede tener el control total de la televisión, pero es mejor explicar cada contenido para que no trastorne las mentes de cada infante.

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