por Wiliam Ajanel
La arrogancia de algunas personas llega a niveles insospechados cuando de criticar se trata, el camino es largo y cansado, en la búsqueda de un contenido de calidad y sobre todo actualidad en el mundo de las comunicaciones, especialmente en internet que ofrece una interacción inmediata y bastante versátil. Lamentablemente muchos de estos personajes que pululan por la red, han perdido por completo el espíritu colaborativo, convirtiéndose en una especie de inquisición, encargada de condenar, criticar y despotricar de todo aquello que les parece ridículo, inferior o pasado de moda.
Bajo esta actitud de ¡La mía es más grande! varios de estos personajes abarrotan los comentarios en los blogs y las distintas redes sociales sin el más mínimo interés de colaborar, al contrario, su insaciable deseo de protagonismo resta a la calidad de contenidos, en los cuales muchos dicen ser expertos pero nunca lo podemos comprobar.
Muchas caracterizaciones y categorías se le han dado a estos personajes [que en lo personal considero que no llegan ni siquiera a nivel de trolls] sin embargo, la particularidad de todos puede verse reflejada en su poco interés de proponer alternativas y generar opiniones útiles para poder llevar a cabo un mejor desarrollo de contenidos y material en la red. Muchos de ellos con o sin un nombre, un seudónimo o una identidad, se dan a la diaria tarea de ridiculizar aquello que no entienden o sencillamente, motivados por la envidia circulan en los distintos espacios proporcionados por la web, para hacer alarde de sus inmaculados conocimientos.
Por supuesto que esta actitud no es propia de internet ni mucho menos de los medios, es sólo producto de algún tipo de deficiencia intelectual o un sentimineto de inferioridad que les hace buscar aquellos espacios que les proporcionen un mínimo de protagonismo, sucede exactamente lo mismo que en aquellas charlas entre amigos, donde al calor de unos vinos quiza o una buena comida se discute cualquier tema y siempre salta el listillo de turno diciendo: Yo he hecho, dicho visto o encontrado eso, cien y mil veces mejor y antes que todos los demás.
Alguna forma habrá de obviar a tan desagradables personajes, sin embargo resulta una tarea sofocante, donde hace falta invertir cierta cantidad de tiempo para revisar comentario por comentario, tomando algunos un papel de detective en muchas ocasiones para "aprobar" ciertos comentarios de dudosa procedencia, toda esa tarea se puede traducir en tiempo para mejorar incluso los propios contenidos y el material que se quiere poner a disposición a aquellas personas que si tienen interés en leer y aprovechar los contenidos.
Tiempo atrás, estos personajes solían causar gracia con sus comentarios desafortunados y poco objetivos, pero como todo en esta vida llega a cansar y generar cierto tipo de rechazo entre las comunidades, especialmente de las redes sociales en internet.
Es hora de poner un alto a esta nueva generación de listillos cibernéticos [que como mencioné antes, ni siquiera son trolls] y ofrecer una red libre de parásitos de protagonismo y polémica innecesaria. Ya lo dice aquella frase: Si lo que vas a decir no es más hermoso que el silencio, es mejor callar. Si la tuya es más grande te felicitamos, pero... no nos interesa.
Un saludo
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