jueves, 15 de abril de 2010


"Luchar por los pobres"

por Wiliam Ajanel

Desde una temprana edad, despertó interés en mi persona ver como las multitudes eran movidas en torno a personajes de la política y líderes que ejercían cierta influencia en el pueblo, y desde que tengo memoria, no hubo político alguno que no prometió "luchar por los pobres" o "defender a las clases más desprotegidas". Provengo de una familia pobre, en términos económicos, gente que progresó trabajando e ingeniándoselas para salir adelante, y hasta donde recuerdo, nunca dependimos de la misericordia estatal o de las limosnas de algún político bonachón. Desde pequeño pues, me enseñaron el valor del trabajo y la responsabilidad y que no era correcto esperar que alguien más solucionara nuestros problemas.


No dominaba la jerga política y desconocía algunos términos, pero desde que aprendí lo que significa la demagogia y el populismo, cada vez me quedan más claras algunas cosas, en especial cuando en pleno siglo XXI, se siguen escuchando los mismos discursos, más aún en países como el mío, donde el potencial populista marcado por la pobreza es considerable.

Lo que muchos de estos políticos desconocen o intentan ignorar, es el hecho de que a diferencia de ellos, los pobres en la práctica no necesitan de ellos para poder vivir; no existe consigna más pretenciosa y ridícula que una persona, que en la mayoría de los casos está lejos de saber y experimentar en carne propia lo que es la pobreza, tenga la capacidad de hacer algo por aquellos que a diario salen a trabajar para ganarse lo que comen y darle a su familia algo con lo cual sobrevivir.

"Luchar por los pobres" dicen ellos, pero lo que olvidan esque esos pobres que les brindan un discurso y un trabajo, se levantan desde muy temprano a emprender labores que en la mayoría de los casos implican un esfuezo físico sobre humano, muchas horas de esfuerzo y una paga que deja mucho que desear.

Y así se inventan cientos de programas estatales de "ayuda" a los pobres, que cuando mucho logran aliviar problemas superficiales y que en el largo plazo, vuelven a dejar en el mismo lugar a "sus pobres". En esa lucha por los pobres se montan gigantescas organizaciones burocráticas que en efecto, logran sacar de la "pobreza" a unos cuantos familiares y amigos de los directores de dichos programas de ayuda; sin mencionar el costo político que tiene para futuras elecciones y el posicionamiento que se logra en base a supuestas ayudas.

Luchar por los pobres le llaman a llegar en automóvil de último modelo y con guardaespaldas [que lo pagan esos otros pobres de los que nadie habla pero que todo mundo conoce; esa clase media, que de media sólo tiene la cantidad de dinero que reciben mes a mes] y sentarse en su cómodo sillón de cuero a repasar "reportes" y progresos de sus ingeniosos planes de ayuda social, mientras en su portátil de último modelo revisan las agraciadas cadenas de mails que les envían sus colegas para echarse unas risas.

Luchar por los pobres le llaman a fotografiarse de vez en cuando con algún niño semi desnutrido, tomándolo con cuidado para no contaminarse de su desagradable olor o mancharse de ve tu a saber que fluído corporal; sonreir hipócritamente y correr de nuevo a la 4x4 mientras en su casa le esperan con un suculento plato de comida, y a ese niño lo espera un plato de frijoles que con suerte logró preparar la oficiosa madre de familia.

La lucha por los pobres es pues, ese escudo con el que muchos oportunistas intentan obtener un caudal nada modesto de ingresos y beneficios, a cambio de darle a unas dos o tres personas esa sensación de ayuda y compromiso social; afortunadamente la gente que realmente desea progresar lo hacer a pesar de estos personajes y se encausa en una pequeña, pero nada despreciable lucha diaria que les deja una enorme satisfacción y la consciencia tranquila.

Los pobres no quieren limosnas o misericordia de los funcionarios; tan sólo necesitan que se les de un trato justo y tener las mismas oportunidades que tienen los demás; pero eso no hace un buen discurso o un buen "plan de gobierno"; no es una idea que venda, por más que la repitan e intenten hacernos creer que así sucede.

Que pretenciosa esa gente que piensa que los pobres necesitan de ellos, cuando en verdad, ocurre todo lo contrario.

Un saludo



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2 comentarios:

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