miércoles, 27 de enero de 2010


Señor empleador, no ofenda mi inteligencia... por favor.

por Wiliam Ajanel

Como jovenes inexpertos, y en ocasiones cegados por la emoción de nuestras inquietudes profesionales, dedicamos mucho tiempo a tratar de encontrar alguna oportunidad laboral, dicho sea de paso, nos convertimos primeramente en una especie de carteros repartiendo hojas de vida a diestra y siniestra. Se puede decir que soportamos todo tipo de dificultad, y en ocasiones nos vemos tentados a "regalar" nuestro trabajo con la esperanza de un día optar a un contrato y estabilizar nuestra condición profesional y económica.


Hasta este punto me parece todo de lo más justo y normal, en la vida es necesario luchar si se quiere conseguir algo; lo que no me parece justo, y he tenido que vivir en carne propia muchas veces, es la falta de sinceridad y la hipocrecía de algunos empleadores. La pregunta es ¿qué pretenden conseguir dándonos excusas baratas y ya hasta clásicas como el: "Lo siento, pero creo que estás sobrecalificado" o "Nos pondremos en contacto con usted"? Mientras observas la mirada engañosa del entrevistador y en ocasiones hasta una sonrisa sarcástica.


Sólo por mencionar algunos aspectos muy específicos a la hora de buscar empleo, te encuentras con éste tipo de excusas, o en el peor de los casos, te hacen pasar un proceso de "selección" bastante minucioso y que abarca una cantidad considerable de tiempo, y probablemente nos haya hecho renunciar a otras oportunidades; podemos entender que la empresa u organización necesita estar segura de estar contratando a la persona correcta, por tal razón se generan estos enormes filtros laborales que ayudan el empleador a encontrar lo que busca; pero ¿Qué de los candidatos que son engañados emocionalmente y un día sin más reciben una llamada diciendo: "Nos pondremos en contacto con usted"? Que a estas alturas se podría traducir fácilmente como un: No lo voy a contratar.

Mi punto no se basa en la falta de oportunidades, sino en el mal uso que se la ha dado a esas "técnicas de recursos humanos" en la mayoría de las empresas, que prefieren recurrir a eufemismos como el de sobrecalificado, en vez de hacer uso de la más básica sinceridad y evitar que muchos estén colgados de una falsa esperanza; en cierto modo, creo que se ha perdido bastante el concepto de "colaborador" de una organización, y ha sido sustituído por la de un empleado, quasi mendigo laboral.

En la vida es necesario enfrentarse a la realidad, y saber que no siempre se puede acceder a una oportunidad, es preferible hacerle frente a un NO, sin sutilezas y adornos, en vez de acostumbrarnos a la hipocrecía y los eufemismos que suavizan las relaciones laborales. Al respecto, y como opinión muy personal, sigo confiando más en etapas de prueba no prolongados y pagados, que en hojas de vida que más bien parecen pergaminos, pero es sólo una puerta pequeña frente a la gran demanda de trabajo en distintos lugares del mundo. Como sociedad estamos perdiendo en cierto modo la dignidad laboral, y muchos incluso, son capaces de regalar aquello que tantos años les ha costado, con tal de tener una sóla esperanza de empleo.

Para finalizar, hace un tiempo cerca del lugar donde vivo, se descubrió que un conocido taller de carpintería, contrataba personal con tiempo de prueba de más o menos 2 meses, y pasado este tiempo se les agradecía su tiempo sin ningún reconocimiento económico, y tampoco alguna referencia laboral. Lo curioso del caso era que muchos de los que intentaban optar por una plaza fija, regresaban pasado unos meses a hacer el tiempo de prueba de nuevo y si corrían con un poco de suerte eran contratados. Hasta donde se no hubo demandas y esta es una manera en que muchos lugares realizan su selección de personal, la pregunta es ¿Es esto algo ético y moral? y dejando a un lado lo ético ¿es justo?

Como verán saltan más preguntas que respuestas, pero finalmente ¿Sobre quienes recae la mayor responsabilidad de que estas cosas ocurran? ¿Sobre el empleado o el empleador? Yo pensaría que es un asunto de oferta y demanda, pero evitando un poco tocar ese tema, prefiero apelar en este caso a la honestidad, evitemos utilizar eufemismos y frases hipócritas que brinden falsas esperanzas y nuevamente: Señor empleador, no ofenda mi inteligencia... por favor.




Un saludo

1 comentario:

  1. En lugar de siempre buscar trabajo, uno puede ser el que se haga autónomo.

    Pero en la universidad te preparan para ser un trabajador y ya está.

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