miércoles, 2 de diciembre de 2009


¿Debemos simplificar la ortografía o simplemente respetarla?

por Wiliam Ajanel

Hace pocos días tuve la oportunidad de ver el programa "Oppenheimer presenta", en donde se trató el tema: "El futuro del idioma español", y se presentaron algunas opiniones interesantes respecto al futuro de algunos términos que han venido evolucionando e incorporándose a nuestro idioma y de la posible eliminación de algunas normas de ortografía básicas como el uso del acento en palabras como "ese", "solo" y "este", y el futuro de la letra eñe por ejemplo.

El tema giró en torno a la evolución del idioma, producto de una globalización evidente y la necesidad de adaptarse a distintas terminologías producto de la nueva era de la informática y los medios. Entre las opiniones que se pueden considerar, está la del mismo presidente de la Real Academia Española, el Doctor Victor García de la Concha, quien realizó algunas intervenciones explicando algunos de los métodos que utilizan para considerar cambios e implementar nuevas normas al idioma.

Mientras se discutían algunas opiniones desde distintas posturas (algunas rayando en lo ridículo, como la de una novelista cuyo argumento era "obedecer" sus propias reglas de ortografía y gramática en una especie de rebelión a los lineamientos de la RAE (?) ) nació en mi la duda sobre si es correcto simplificar aspectos de la ortografía que tradicionalmente conocemos la mayoría de quienes habitamos en países hispanohablantes.

Cuando se genera éste tipo de discusión saltan muchos argumentos, algunos de ellos fueron planteados en el programa del cual hablo, entre ellos: La implementación de terminologías especializadas como la informática, el comercio, la tecnología, los medios, etc. Considerar también una forma práctica de escritura y evitar conflictos ortográficos a la hora de escribir. El uso de las tecnologías como los mensajes de texto (SMS) y similares, y la simplificación del idioma como parte de sociedades más cercanas, es decir, más "globales".

Dentro de todos estos argumentos, se le da una mención especial a la juventud, y su nueva "manera" de comunicarse, donde muchos obvian (obviamos) en ocasiones el uso adecuado de los acentos, los signos de puntuación y hasta hemos llegado a la sustitución de letras como el famoso caso de la "k" en palabras que conserven su fonética como: "kasa" en lugar de casa, "kalle" en lucar de calle, etc.

Visto el panorama actual y las consideraciones al respecto de las simplificación de la ortografía y el idioma en general, tan sólo me da la sensación de que en nombre de la comodidad o pereza, se quieran modificar algunos términos o palabras, para hacerlas supuestamente más "prácticas" o sencillas. Es posible que en nombre de la simplificación de la ortografía, se caiga en grotescas adulteraciones del idioma, que como también mencionaban en el debate, han venido ocurriendo desde hace cientos de años, y siempre salta algún grupo de "puristas" del idioma, por así decirlo, a defender lo inevitable: El cambio en las costumbres y formas de comunicación social.

Ahora bien, hay que plantearse si es justo atender siempre al sentido de las masas, es decir, al gusto popular para lograr modificaciones sustanciales y drásticas en el idioma (no hablo de modismos, localismos, ni extranjerismos) que aunque (como bien mencionaba Andrew Lynch, un profesor en lingüística invitado del programa) el idioma resulta de un consenso popular, de formas y palabras utilizadas para que la sociedad pueda comunicarse; no necesariamente esto justifica que deba simplificarse el idioma cuando la mayoría (y aquí es donde entran algunas justificaciones, desde mi punto de vista poco honorables) sea por pereza, por comodidad, e incluso por ignorancia, encamine los pasos del idioma hacia una especie de degeneración inconsciente.

No se trata de volverse un purista del idioma, o de estar en contra del cambio (normalmente utilizo terminología "moderna" en mi escritura y forma de comunicarme), sencillamente es cuestión de analizar que los argumentos que nos lleven hacia una "simplificación" del idioma, estén lejos de ser los de obedecer a gustos particularmente cómodos o sin sentido.

Y mi respuesta a la pregunta medular del artículo es: Para simplificar el idioma, antes debemos aprenderlo bien, respetarlo, analizarlo y por último, de ser imperiosamente necesario, modificarlo.

Con las debidas disculpas anticipadas por las faltas ortográficas.



Un saludo.

También puedes leer:
Argumentum ad populum: El peligro de la sabiduría popular

3 comentarios:

  1. «los jóvenes y su nueva "manera" de comunicarse».

    hablas como un viejo carca o un joven carroza, que sería peor.
    la "nueva manera comunicativa juvenil" tiene más de treinta años!!!!!!!!

    esa es la chorrada más notoria que he leído en ese texto por ahora.

    Saludos de un colega.

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  2. Sí hay buenas razones más allá de la pereza o la dejadez para relajar la ortografía de un idioma. La más importante de todas es "1 fonema 1 grafía", es decir, crear un sistema óptimo que respeste una perfecta comunicación pero con el mínimo de elementos posibles: limpiar el alfabeto de inutilidades. Por ejemplo si en español no existe el sonido labiodental [v] como sí existe en catalán, francés, inglés o alemán es ridículo que tengamos la grafía "v" sólo por razones etimológicas, de evolución de la lengua o en muchos casos por pura voluntad de sus santidades los académicos. Además, al aprender otro idioma tendemos a pronunciar la [v] como una [b], como hacemos en español, lo que sí que es un error grave. Y lo mismos ocurre con la "h", la "g", la "c", la "q", etcétera. A esto habría que añaidor que hoy en día sabemos más del idioma que antes. Antes se creía que las palabras "ese" en "ese lapiz me gusta" y "ése me gusta" eran diferentes. Hoy en día sabemos que son la misma palabra sólo que su sintagma es algo diferente. Por eso hoy en día dificilmente se puede sostener que eso tenga acento, más allá del argumento "se ha hecho toda la vida de Dios". A pesar de que nuestro idioma no tenga la grafía más compleja en comparación con el francés o el inglés, hay idiomas con grafías más simples, como el finés. Siempre es positivo plantearse modificarla y principalmente no ser un talibán ortográfico: todos, hasta los catedráticos y academicistas más estirados, terminan cometiendo errores.

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  3. Soy una joven que creo sin duda alguna, debe respetarse el idioma,tal cual, y afirmo que las personas aunque nieguen que es por pereza y que hay algo más de fondo... su justificación para escribir incorrectamente no es válida. es por ignoración, o pereza para escribir correctamente o querer aprender bien el idioma.

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