martes, 8 de septiembre de 2009


El cuento del rey vanidoso, y su traje invisible que los estúpidos no podían ver

por Wiliam Ajanel

No recuerdo haber leído o escuchado este cuento en mi niñez, pero me parece digno de ser recordado y divulgado, para intentar comprender las actitudes humanas desde la vanidad del hombre, el orgullo y la ignorancia.

El cuento fue escrito por el danés Hans Christian Andersen en 1837, y traslada un mensaje muy particular hacia los niños [ya que venía incluído en una obra llamada: Cuentos de hadas contados para niños] pero que sin duda golpea la arrogancia adulta al llamar la atención sobre lo convencidos que nos encontramos en ocasiones de nuestros propios engaños. El cuento finalmente dice algo como lo siguiente [resumido y en lenguaje sencillo]:

Había un pueblo donde vivía un rey, que a pesar de gozar de todas las comodidades se preocupaba mucho por una sola cosa: Su manera de vestir.

El rey gastaba su fortuna en obtener los más preciosos y finos trajes, para verse como una persona distinguida y elegante, tenía tantos trajes que podía vestir uno diferente a cada hora del día, tanto que la mayor parte del tiempo lo pasaba en su vestuario real.

Un día, en el pueblo de este rey vanidoso, a donde llegaba mucha gente de distintos lugares, se presentaron un par de hombres, pícaros estafadores que habían escuchado de la fama de este rey vanidoso y su desmedido afán por el buen vestir.

Al presentarse delante del rey, afirmaron poder confeccionarle a su majestad, el traje más hermoso que pudiera imaginar, con los colores más bellos y la tela más suave y delicada que jamás haya existido; aunque lo más espectacular de dicha prenda, era que no podía ser vista por gente que fuera inepta para su cargo, o que fuera irremediablemente estúpida.

Fascinado por la idea, el rey concluyó que tener dicha prenda tan hermosa y tan útil, le ayudaría a comprobar quienes de sus súbditos no eran aptos para sus cargos y que personas eran tontas y cuales no, razón por la cual decidió adquirir el traje especial.

Enviando a sus empleados a abonar una fuerte cantidad de dinero a los pillos, estos montaron un pequeño taller ficticio donde se suponía que elaboraban la prenda con las telas más finas del reino y el oro que ellos mismos se robaban en su brillante engaño.

Afanado por el trabajo final, el rey decidió enviar a sus empleados nuevamente para observar el progreso del trabajo, ya que al conocer la particularidad de la tela, invisible a los ineptos y estúpidos, quería comprobar que su gente misma estuviera capacitada para ver la tela; no era porque tuviera temor de que el mismo no pudiera ver el traje.

Finalmente, los empleados, que al no poder ver el traje, pero por temor a perder su cargo, dieron buenas noticias sobre el nuevo traje del rey, quien finalmente pudo vestir su asombrosa prenda.

En un intento por hacer más real el hecho de vestir un traje invisible, lo pillos y empleados del rey simularon incluso ayudarle a ponerse la prenda, unos por pillos, y los otros por hipócritas.


Finalmente el rey salió a la calle a mostrar su hermoso traje, frente a toda la gente del pueblo, que de antemano estaba enterada de las propiedades del traje invisible, y al notar que la mayoría no podía ver el traje invisible, no hicieron más que aclamar al rey y alabar la hermosura del traje invisible.

Hasta que un niño del pueblo observó al rey y sin temor alguno expresó:

¡Pero si va desnudo!

Seguidamente el público comenzó a murmurar y finalmente cada uno de los habitantes del pueblo repetía la frase del niño.

El rey pudo notar el alboroto y supo entonces que la gente finalmente había entrado en razón y descubierto la verdad, sin embargo, con la frente en alto finalizó su caminata a través del pueblo.

Fin.



Fuentes

La historia la leí hace un par de días navegando en la web, finalmente leí este enlace de la Wikipedia y también este enlace donde se encuentra el cuento completo


Imagen de la Wikipedia

5 comentarios:

  1. Este cuento si lo llegué a leer de pequeño, aunque sin duda debo reconocer que cuánto más grande eres más consciente estás sobre las moralejas de los libros.
    Un buen cuento con una gran verdad, claro, tratando el orgullo y vanidad del hombre en una de las facetas más comunes hoy día... la moda.

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  2. Recuerdo este cuento ya que lo leí de niño, pero no creo que trate acerca de la moda, sino acerca de los falsos consejos que conducen a cometer grandes errores.

    O de las grandes estafas que pueden perpetrarse porque nadie se anima a decir la verdad a quien resultará estafado.

    Un abrazo.

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  3. toda una parodia del narcisismo ... hay muchas cosas que alguien puede entender de esta mas cuento, fábula... pero el tema central, pienso yo, es el rey y su narcisismo ... su yoísmo tan gigantesco

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  4. la verdad k no entendi naaa !!!xD abuuuuu ayudenme a comprender please!!!

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  5. Este cuento es un fiel reflejo de los que he visto laboralmente en algunos bancos de Bogotá.

    Por ejemplo el Vicepresidente de un banco (que por su negligencia permitía que se fumara diariamente dentro de las oficinas sin importar que los diferentes empleados y las diferentes mujeres embarazadas estuvieran expuestas), alguna vez quedó en evidencia y le notificaron que estaba incumpliendo la ley.

    Lo único que se le ocurrió hacer fue preguntarle uno a uno de sus más allegados súbditos que si a caso les molestaba el humo del cigarrillo... obviamente todos sus súbditos contestaron que ni habían notado que se fumaba... pero la realidad era que varias personas vivían enfermas, incapacitadas y tosiendo más que en un hospital geriátrico…

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