martes, 18 de agosto de 2009


Quien esté libre de dogmas...

por Wiliam Ajanel

Tan pronto como nos apresuremos a señalar y criticar los dogmas de nuestros semejantes, existe una leve posibilidad de que nosotros mismos nos encontremos viviendo en uno de ellos. Y es que cabe resaltar que un dogma por definición no es una propiedad exclusiva de las religiones o la filosofía. Diríamos que un dogma va más allá de considerar una certeza o verdad irrefutable en la vida cotidiana, en la vida científica, en la vida política o en la vida económica. Dicho de manera más conceptual, un dogma es un principio básico que pronto conduce hacia una doctrina. La pregunta importante es ¿Qué tipo de dogmas consideramos adecuados y cuales no?


En este sentido cabe resaltar que por motivo de la educación formalizada, la influencia de los medios y la falta de interés de la sociedad en general, resulta muy complicado intentar razonar e interpretar el origen de muchas disciplinas de las ciencias, que por simple asociación de ideas y memorización se convierten en una especie de dogma.

Un estudiante de secundaria no intenta entender [en la mayoría de los casos] la lógica detrás de una ecuación, una tabla lógica o la teoría de la relatividad, le es suficiente encontrar una aplicación inmediata, de modo práctico y evitar invertir un poco de análisis en la interpretación conceptual de cada teoría. De modo similar ocurre con la filosofía económica, por ejemplo, un estudiante, ya sea por principios o prejuicios heredados, escoge adherirse a una doctrina económica, convirtiéndola en dogma, al no analizarla conceptualmente, decidimos en muchas ocasiones ser parte de una teoría por motivos emocionales y hasta románticos, pero evitamos un razonamiento objetivo, no sea que nos demos cuenta que estamos en un error.

De esta manera, el conocimiento humano, que por medio de la experimentación e incluso el método científico, se va acondicionando en nuestras mentes en pequeñas porciones de verdades absolutas, esperando conforme al paso del tiempo en convertirse en dogmas que definirán nuestra postura y nuestra actitud frente a las experiencias de la vida, por eso resulta tan normal escuchar: "Que digan lo que quieran, pero yo pienso que... bla bla bla" Anulamos por default toda idea que no estemos dispuestos a asociar con nuestras posturas o ideologías, aún cuando estas estén fundadas en el más estricto método científico o comprobado, al no razonarlas, las convertimos en simples dogmas.

¿Y cómo evitar convertir el conocimiento y la ciencia humana en dogmas? Sencillamente razonando y analizando los aspectos que se nos presentan, entendiendo el mundo desde el escepticismo, sin tomar posturas radicales o fanáticas que nos ponen lejos de ser seres racionales e intelectuales. Que si luego deseamos abrazar teorías o doctrinas humanas para considerarlas como afines a nuestra visión del mundo, también es totalmente válido, de lo contrario el libre pensamiento se convertiría en un chiste irónico, pero resulta de suma importancia interpretar el mundo a la luz del razonamiento, de la apertura intelectual, del diálogo y la comunicación.

De manera que el ser humano tiene la posibilidad de convertir ideas extrañas o impopulares en conocimiento razonable y útil para la humanidad, como le sucediera a varios de los científicos cuando hace siglos eran señalados de locos, pero que sin embargo lograron que entendiéramos hoy en día el mundo en el que vivimos. Sería pues, una especie de injusticia que pasaramos de interpretar el conocimiento humano, para echar mano de él como si estuviera colocado en un aparador de super mercado y consumirlo como cualquier producto sin valor, eso es lo que hacemos cuandoconvertimos el conocimiento en un dogma, cuando de modo insaciable vamos recogiendo migajas intelectuales colocándolas a nuestra conveniencia sin tratar de entenderlo y razonarlo.

Por último, hace pocas semanas tuve una pequeña discusión sobre aspectos del mercado y la función de la economía en las sociedades latinoamericanas, mi postura se centraba claramente hacia aspectos prácticos como mejorar el ambiente de justicia y libertad, garantizar derechos básicos para los individuos, mientras que mi oponente insistía en la solidaridad social y una especie de paternalismo económico, y justo cuando tocamos el tema de los números y las estadísticas escuché algo que no esperaba y que sinceramente me preocupó; el individuo este expresó: Yo no entiendo mucho de números y estadística, pero si se que la economía debe ser más incluyente a los sectores vulnerables para salir de la pobreza, es mi idea y no la voy a cambiar.

Aunque debo reconocer que su postura era particularmente bien intencionada, no me convenció eso último de que no entendía de números, porque hacía completamente a un lado los resultados y de manera muy romántica quería interpretar un cambio, por un dogma adoptado, o por una intención filantrópica. Lo cual tampoco me coloca en un lugar privilegiado, a lo mejor yo también tengo errores conceptuales, pero un sistema no se construye a base de lo que nos gusta o nos parece bonito, es necesario atender a la razón.



Un saludo
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7 comentarios:

  1. Como se ha dicho, la decisión está en nuestras manos, porque nosotros decidimos como, cuando y donde, pero solo si nos lo proponemos, porque de lo contrario podemos adaptarnos a un dogma, y lo peor que a veces no nos damos cuenta.

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  2. Y si nos adaptamos a dogmas a veces porque nos lo enseñan nuestros familiares, o porque lo vemos en alguna otra persona, y si nos parece nos unimos a ese circulo dogmático que nos hace a la costumbre.

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  3. Porque también nosotros caemos en la “necesidad” de adoptar un dogma, para que podamos trabajar con diferentes clases sociales, a las cuales solo se puede entrar si solamente adoptamos el dogma que ellos tienen.

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  4. La misma sociedad ha hecho que se tomen dogmas, la aceptación entre grupos o la simple necesidad de mostrar conocimiento en diferentes temas, la adquisición o negación de dogmas nos lleva a criticar a personas sin ningún objeto en especial, es un tema delicado ya que de no saberlos manejar pueden llegar afectar nuestra imagen lógica ante los demás.

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  5. En nuestras culturas tenemos lo suficiente para poder dar al mundo una imagen de conocimiento sin caer en un dogma o una doctrina, en las manos de cada persona como dice Lester, cada quien elige como ser y como le gustaría ser, no es necesario tomar esa actitud ante la sociedad que ya de por si esta deteriorada.

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  6. Opino como Lester, pero sin duda me sorprende el comentario de: "No entiendo de números ni estadísticas, pero si sé que la economía debe ser más incluyente a los sectores vulnerables para salir de la pobreza, es mi idea y no la voy a cambiar. Porque estos temas hay que abordarlos con lógica, ya que si amparas siempre al desvalido y aceptas esos tipos de dogmas a ciegas y sin razonar, puede ser más que probable que te conviertas en un hipócrita que para cuando te des cuenta de algunas cosas sabrás que te equivocastes en otras tantas... y posiblemente harás oídos sordos cuando te martillees la conciencia con haber tenido la opinión equivocada.

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  7. Llevo bastante tiempo leyendo el Blog, y todos los artículos me han parecido muy interesantes.

    Pero ante este me ha surgido una duda, y no la hago en afán de criticar como muchos lo harían sino con verdadera curiosidad: ¿Cómo logras consolidar tu fe religiosa sin ser esta un dogma?
    Pues algo que siempre he visto es que todo grupo religioso quiere que se acepten sus creencias como dogmas, y me parece curioso tu caso por que no creo que lo hagas.

    En todo caso es inevitable cierto grado de dogmatismo pues ocurre a veces que existen principios irrefutables (vamos, a ver quien me niega el principio cartesiano XD).

    Por cierto, tu blog es verdaderamente excelente ;)

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