miércoles, 26 de mayo de 2010


Clase media

por Wiliam Ajanel

Abrazas el progreso, tímidamente cobijado por tu modesto patrimonio; del cual aún debes la mitad al banco y la otra mitad, ya está comprometida. Pero te alegras, sabiendo que el día de mañana te subirás a tu vehículo (que también debes) rumbo a ese empleo que de momento te da esa sensación de seguridad; no tienes las cosas muy claras, pero te esfuerzas y trabajas por salir de tus compromisos.

Te permites sentir compasión de aquel vecino que a tu parecer es más desafortunado, más pobre y miserable; te lamentas de la condición de los que osas llamar "pobres" y hasta consideras tu condición ventajosa; porque tienes oportunidades, porque tu futuro parece estar próximo a recibir en sus puertas al éxito.

Pero no te alegras del todo, porque aunque no eres miserable, tampoco eres lo suficientemente acomodado como para dejar tus males necesarios y emprender un camino más soñador; anhelas conocer el mundo, comprar la casa de tus sueños, salir de tus deudas, ayudar a tu prójimo. Sueñas lo imposible de camino a casa, sonríes y sabes que a lo mejor tendrás tu oportunidad, pero aún esperas por ello.

Te preocupa la situación, lees las noticias, te lamentas del crimen y las injusticias, sales a la calle y frecuentas los mismos lugares, de alguna manera has creado una especie de ruta lógica; porque así está la cosa, porque conoces tus límites. Hablas con tus amigos y colegas sobre tu próxima adquisición; presumes las buenas notas de tus hijos, a los cuales prometiste un viaje a la playa que has tenido que ir posponiendo. Y entonces llega el fin de semana y te encuentras en tu pequeño imperio; un sofá de cuero que te regalaron el día de tu boda, el televisor gigante que compraste a plazos, un refrigerador lleno de comida y unas cuantas horas para recobrar tu ánimo mientras eres hipnotizado por el televisor.

Te molesta el calificativo de "clase trabajadora", pero sabes que no eres un señor acaudalado; en las noticias no hablan sobre ti; porque si no se trata de un miserable que murió de hambre, hablan sobre el nuevo hombre más rico del planeta; porque te ilusiona verte reflejado en las historias que cuentan las películas y las telenovelas, pero al final sabes que esos finales felices, rara vez ocurren con personas como tú; intentas ser trascendental, pero te topas con las facturas de fin de mes y la educación de tus hijos.

Sueñas grande, querido clase media; haces lo correcto y trabajas porque si no lo haces tu ¿entonces quién lo hará por ti? te encaminas hacia tus sueños juveniles y de vez en cuando te apasiona retomar tu perfil artístico; pero queda poco tiempo para esos deleites; mientras el adolescente que un día sorprendiste con cigarrillos en sus bolsillos, resulta que ahora es un todo un "señor" y que ahora sabe más que tú del mundo, pero que ignora mucho sobre la vida; anhelas con el alma que no sea otro clase media más, pero hiciste lo posible, cumpliste con tu tarea, envejeciste y diste todo por cumplir tus sueños y, de paso los de alguien más.

No lamentas lo realizado, aprendiste de lo vivido y lloraste lo perdido; sólo fuiste responsable, quizá no muy trascendental pero si apasionado, de pronto te das cuenta que en lo que se te fue la vida, te llenaste de compromisos pero también de personas que sin importar tus límites, representabas la figura de alguien con poder, con capacidad de resolver pequeños y grandes problemas. Se te fue la vida pero no fuiste mediocre, porque entendiste que tu esfuerzo no carecía de honestidad y buenas intenciones, hiciste lo correcto y lo hiciste bien, estimado clase media.


Un saludo

miércoles, 19 de mayo de 2010


Izquierda y derecha; un juego de niños

por Wiliam Ajanel

Hace poco tiempo pensaba que tales conceptos políticos vistos de manera conceptual podían ser profundos y bastante serios; como si acaso nuestra sociedad no hubiese avanzado lo suficiente como para superarse en esta rivalidad ideológica y política. Pero pasados los años y viendo el actuar de las distintas agrupaciones y manifestaciones políticas en el entorno de las naciones; especialmente las latinoamericanas, me he dado cuenta que tanto una como otra viven de la confrontación, la demagogia y el populismo característico de nuestros países tercermundistas y para no dar más explicación sobre el tema me bastó esta humilde expresión gráfica que encierra una verdad que parece un juego de niños, pero que en verdad duele.


A mi también me interesa cuándo será el turno del pobre "pueblito" de poder tomar parte del juego en un papel distinto al que le ha tocado; sabiendo que cuando me refiero a pueblo no me refiero a una parte de él, ni a un grupo en específico que se ha autonombrado "pueblo", me refiero a todos los individuos que conforman la sociedad y que merecen ser respetados como personas pensantes y con voluntad, que también pueden tomar parte del "juego" y apoyarse en las expresiones democráticas que se supone, lo deberían soportar y apoyar.

Un saludo

lunes, 17 de mayo de 2010


Le point d'ironie; la forma gráfica de la ironía

por Wiliam Ajanel

Su uso puede ser justificado aún más cuando el colectivo por medio del cual nos expresamos puede no entender las intenciones de nuestras palabras; acuñado en el siglo XIX por el poeta francés Alcanter de Brahms; éste signo resulta la representación gráfica de la ironía.


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Fuente de referencia

jueves, 13 de mayo de 2010


Diagrama del "éxito" periodístico

por Wiliam Ajanel

No es noticia que un gran porcentaje de los medios "informativos" están plagados de trabajo seudo periodístico para cumplir con sus cuotas diarias de violencia, morbo y tragedia. Intentar entender como resulta de exitosa esa mezcla descarada de amarillismo e información puede no resultar muy sencillo; después de todo estamos hablando de gente que aunque carezca de un sentido particular de ética, es muy profesional y conocedora de las debilidades sociales en cuanto a material mediático se refiere.

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El diagrama pretende en cierto modo entender cómo se logra una mezcla adecuada para tener a miles de individuos pendientes de la dosis diaria de tragedia y morbo que nos venden los medios, especialmente los seudo noticiarios informativos. Obviamente al ser una visión particular existen elementos que pueden no coincidir en situaciones particulares, pero lamentablemente, esta es una realidad a la cual muchos sencillamente son indiferentes, mientras que otros le sacan el mejor provecho.


Un saludo

martes, 11 de mayo de 2010


El evangelio según San Dawkins

por Wiliam Ajanel



Una pequeña parodia para los amigos "ateos".



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viernes, 7 de mayo de 2010


Querido reality show:

por Wiliam Ajanel

No pienses que te desprecio por ser un simple energúmeno o detractor de la modas, aunque sólo ese hecho me alienta a no aceptarte cómodamente como parte de mi vida y de mi consumo individual. Claro que no te desprecio por el simple motivo de intentar engañar mi sentido común y mofarte de la sobria inteligencia que la vida me dio. No es porque me hagas parecer un tipo ingenuo y falto de criterio para darme cuenta de que lo que haces no es más que aprovecharte de ese juego de palabras para divertirte con el rating y esas cosas. Sinceramente, podría pasar por alto todas esas cosas anteriores y pensar que no existen tales motivaciones en tu proceder; pero me encuentro con esto que haces que si me hace aborrecerte:

Me parece indignante que, a pesar de presumir tus dotes de realismo e intentar que nos interesemos por los asuntos que como a humanos nos afligen a diario; no seas más que la copia de un mal guión de telenovela; donde finalmente se pierde toda esencia individual y se procede a inyectarle a la sociedad una dósis mortífera de hipocrecía y falsedad; lo lamento pero fallaste a tu cometido, convertiste gente común y corriente en parásitos del protagonismo y comidilla de cuarentonas y adolescentes emocionalmente inestables. Te desprecio por esto, pero no es de gratis.

Me ofende que intentes venderme tragedia y dolor ajeno; preferiría quedarme con el ya clásico "placement" publicitario de marcas y nombres populares, porque finalmente no son más que eso, productos inertes y carentes de ánimo y sentimientos; no se suponía que fuesen los humanos los que terminaran convertidos en esos productos plásticos, inertes, vacíos y desechables. No lograste tu objetivo, los humanos son cada vez menos eso y más lo que pretendes vendernos.

Me produce nauseas pensar que lo que se suponía que mostarías era el lado humano y simple de las personas; quienes al final no hicieron más que pretender parecerse a los personajes de películas y revistas que tan hastiados nos tenían ya, multiplicaste la vanidad de los mortales y los convertiste en títeres del morbo mediático y comercial.

Me indigna que en nombre de la mejor de la intenciones, pretendas vendernos esa idea de apoyo al talento oculto, a la gente necesitada, a los problemas de los individuos; pero en el fondo todos sabemos que sólo deseas llenar tu cuota necesaria de rating y engordar billeteras de productores y patrocinadores, utilizar humanos como animales de circo para luego desecharlos y en el peor de los casos convertirlos en la comidilla de tu pariente, el "periodismo del corazón".

Pero más pena me da dejar este legado a mis hijos, a las futuras generaciones, me avergüenza pensar que un día uno de esos pequeños me mire con duda en su rostro y me pregunte ¿Por qué? ¿Qué explicación he de darle a un alma inocente de tan perversas y retorcidas intenciones?

Ten por seguro que celebraré el día que te extingas por completo; cuando por fin esa máquina de vender morbo y tragedia haya colapasado por completo, o bien me atreva pensar en la quimera de que se haya logrado superar y adaptarse a los tiempos y las exigencias de un público más refinado y con sentido común.

Si alguna vez te di un poco de crédito, perdoname por tan grave error, te aseguro que nunca más te dare el beneficio de la duda, sencillamente estás podrido y es iluso querer rescatarte; adiós a la oportunidad, rompemos lasos fraternales que quizá nunca existieron, te deseo lo peor y que encuentres el fracaso en el agujero oscuro que tu mismo creaste.

Me despido sin ningún tipo de desconsuelo o tristeza.

Te desprecio.

Att. La parte de mi generación que aún tiene criterio




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Querida televisión: te has vuelto una cualquiera

jueves, 6 de mayo de 2010


Guía fácil para el uso de la tecla "Bloq Mayús"

por Wiliam Ajanel

No, esta vez no es una clase sobre gramática y el uso de las mayúsculas; es un simple recordatorio para quienes navegan por la web y olvidan desactivar la famosa tecla "Bloq Mayús". Especialmente para comentaristas asiduos que en su afán de ser leídos abusan de las mayúsculas y de nuestra vista.


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Un cordial saludo