por Wiliam Ajanel
De todos es sabido el papel trascendental del famoso político y propagandista de la Alemania
Nazi,
Joseph Goebbels. Y uno de sus grandes logros [es decir, para su causa, no para la humanidad] fue el haber ideado y estructurado una serie de principios básicos para el
funcionamiento del
totalitarismo nazi por medio de la propaganda política.
No sería extraño que aún pasado el tiempo, los políticos de turno hayan encontrado en tales principios una interesante estructura para llevar a cabo sus movimientos sociales y lograr de este modo un posicionamiento en el poder con un mensaje sencillo pero eficaz. Tal es el caso del movimiento político que se está dando en algunos países
latinoamericanos en torno al ya conocido
chavismo.
Entrando de lleno a esta pequeña aplicación, tomaremos la referencia de los 11 principios de propaganda de
Goebbels y su
aplicacion al
chavismo latinoamericano:
1. Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo.Probablemente este sea el principio más fácil de incorporar, dada la marcada idea del chavismo y el socialismo del siglo XXI entre los líderes simpatizantes y de su unánime oposición y enemistad contra el famoso imperio norteamericano.
2. Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.
Contra toda oposición o no participación en el chavismo, está más que claro que de forma automática y sin consideración, tanto para el líder chavista como para sus aliados, todo país [independientemente de su afinidad política] que no apoye el chavismo pasa a ser un aliado del imperio.
3. Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. "Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan".
Todo mal y toda raíz de los problemas en los países latinoamericanos no se debe a la mala administración de sus gobernantes, ni las pocas políticas de desarrollo socio-económico, sino son fruto del capitalismo, la influencia del imperio yanqui y toda la conspiración que con ello es generada. Si existe algún error o problema derivado del chavismo o alguno de sus líderes, este tiende a minimizarse, o en el peor de los casos, justificarse en nombre de la revolución.
4. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
Quienes están pendientes de las noticias que tengan que ver con el máximo líder de los chavistas, estarán de acuerdo en que cada comentario, movimiento o política exterior de cualquiera de los países que se considere aliados al imperio, podrán notar como se interpreta como un flagrante acto de ofensa, reto o amenaza contra la revolución chavista; de este modo se intenta sembrar una especie de paranoia que justifique las acciones
5. Principio de la vulgarización. Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar.
Creo que hay muy poco que explicar en este punto.
6. Principio de orquestación. La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase: «Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad».
Ejemplos claves del chavismo: Se debe eliminar toda costumbre heredada del imperio; Se debe exaltar el valor del pueblo; El capitalismo es egoísta y maligno, El imperio yanqui es maligno para el pueblo, etc. Finalmente todo tipo de argumentación con o sin apego a la verdad pero que finalmente pueda ser elevada como una verdad popular.
7. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
En el momento de lograr el control sobre los medios por medio de la nacionalización y la censura a los medios alternativos, como se ha sucitado en Venezuela y se deja venir en otros países chavistas, resulta más sencillo concentrar la atención de los ciudadanos en aspectos irrelevantes o que no tengan algún efecto importante dentro de la población, hacia eventos que manifiesten un logro del chavismo o de sus simpatizantes.
8. Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.
Con el control de los medios, la manipulación y señalamiento de toda información externa, se logra la estructuración de argumentos que justifiquen la coacción y el límite de los derechos individuales, esto claro hecho de forma ordenada e inteligente para no dar sospechas sobre engaños o fraudes.
9. Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
En repetidas ocasiones hemos visto como se evitan los temas centrales, o se intentan llevar siempre hacia el plano de los argumentos chavistas. La censura no se hace esperar, se acusa de manipulación mediática y nuevamente se utilizan los medios controlados por el estado.
10. Principio de la transfusión. Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
La revolución chavista, tiene como tinte particular las consignas que polarizan a las sociedades entre pobres y ricos, entre imperilistas y revolucionarios, capitalistas y socialistas. Todo el discurso gira en torno al odio hacia el imperio y sus malas prácticas y las bondades del socialismo del siglo XXI, obviando todo resultado contrastado como índices de pobreza, desarrollo humano, derechos humanos, etc. El sentir del chavista le conducirá a actitudes de odio y la propaganda debe alimentar esos sentimientos.
11. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente de que piensa «como todo el mundo», creando una falsa impresión de unanimidad.
El pensamiento único es una clave del chavismo, no se interpretan posibilidades y desde su concepción como un socialismo "revisado" deja al márgen toda expresión ideológica diferente, y encasilla a la población hacia la aceptación de un patrón de política único e infalible.
Desde que esto corresponde a un juicio muy individual sobre la realidad de la política, la manipulación de los medios y el chavismo latinoamericano, dejo a discresión cada uno de los puntos citados, sin embargo, no considero que sean afirmaciones irresponsables, aunque está claro de que a partir de esto y haciendo uso de incluso de estos mismos principios se me puede acusar de ultraderechista reaccionario, lo que viene siendo, un
alidao más del imperio. Pero como siempre he dicho en este espacio:
Las opiniones deben ser discutidas y valoradas. Espero encontrarme con buenos argumentos y no con falacias lógicas.Un saludoImagen víaEl contenido surgió a raíz de un comentario que leí en Menéame, seguidamente encontré el artículo de los principios de Goebbels en la Wikipedia, en donde pueden leer más acerca de la propaganda política.